José Ingenieros decía que una persona es artífice de sí mismo y más específicamente Frederic Eisenman “Tanto vale el arbitraje como el árbitro”, parecen caer como anillo al dedo, si hablamos de la designación del árbitro, pues si queremos un buen arbitraje, tenemos que elegir a un buen árbitro. En el sistema arbitral se define a la designación del árbitro, como aquel acto mediante el cual las partes por mutuo acuerdo nombran al tercero que tendrá como misión resolver sus controversias de manera definitiva y sin posibilidad de apelación, a diferencia del proceso judicial donde se impone al tercero que resuelve la controversia. La designación del árbitro constituye una actividad humana que dota al hombre del poder de decidir libremente sus destinos. Considero sin temor a equivocarme que la designación del tercero que funge de árbitro, es uno de los actos de mayor trascendencia y vitales para el desarrollo de las actuaciones arbitrales, totalmente decisivo para la vida d...